Muchos fracasos en nuestras relaciones personales o profesionales con los demás, han sido causados por una mala transmisión del mensaje que queremos comunicar, ya que comunicarse efectivamente es un requisito básico para obtener la respuesta deseada de nuestro oyente.

Mejorar la comunicación o saber decir las cosas es el primer paso hacia el éxito. Pedir lo que nos corresponde y decir lo que realmente pensamos, sentimos o creemos, sin necesidad de ser violentos ni pasar por encima de nadie, o temer la reacción de alguien. Comunicarse de manera asertiva es expresar los pensamientos, sentimientos y creencias en forma directa y apropiada, sin agredir ni violar los derechos de los demás. Recordemos también que comunicar involucra la postura, el contacto visual, los gestos del cuerpo, la expresión facial, el tono y volumen de la voz. Además de los oídos, debemos de escuchar con la mente y el corazón.

El desarrollo de la comunicación asertiva da a las personas las herramientas necesarias para poder escuchar, comunicar e informar de una manera clara, generando mayor productividad y satisfacción en las interacciones humanas. Además es el enfoque válido para conseguir mejoras sustanciales en el desempeño de los equipos. Comunicándose asertivamente se logra autoconfianza, autoafirmación y expresión de los sentimientos.

Un estudio realizado por Quality Leadership demostró que un 33% de los gerentes, a pesar de que están altamente calificados, fracasan por problemas de comunicación.

Los problemas de comunicación le restan importancia a cultivar buenas relaciones, y por ende sus colaboradores se sientan desmotivados. Algunos ejecutivos creen que su capacidad analítica y conocimiento de los negocios los llevará a lograr buenos resultados, sin embargo no comprenden por qué es que no son capaces de inspirar a las personas, ni a comprometerlas con los objetivos.

Un nuevo estudio de Tracom Group nos dice que el 69% de los gerentes se sienten incómodos para comunicarse con sus colaboradores. La primera falla de esta mala interrelación con los demás, es la costumbre de comunicarse de manera violenta y no asertiva.  

La comunicación asertiva es una forma de comunicarnos que nos ayuda a conectar con nosotros mismos y con los demás de una forma auténtica y profunda. A través de ella, podemos resolver situaciones difíciles desde la cooperación y el respeto en vez de desde la agresión y los juicios de valor, y así mismo construir relaciones más efectivas, resolver conflictos, desarrollar capacidad de escucha, terminar con patrones de pensamiento negativo, tanto en el trabajo como en la familia.

Entre un estímulo y la respuesta, existe un espacio que está definido por nuestro poder de decidir la respuesta, en vez de reaccionar. Es en esa respuesta donde descansa nuestro crecimiento y felicidad, es poder expresarnos honestamente y escuchar empáticamente, dos habilidades muy escasas en estos tiempos de cambio.

Vale la pena recordar las palabras de David Carrero Fernandez-Baillo en su poema Palabras de Comunicación: “He descubierto, gente con la que puedo comunicar, transmitiendo lo que se siente, llegando al fondo, pero sin un fondo definido, y no estoy hablando de flirtear, estoy hablando de una comunicación, sin un fin, solo por el placer de poder hablar”.