En esta segunda década del siglo XXI, donde la dinámica de la globalización es más compleja, las empresas operan en ambientes desconcertantes llenos de incertidumbre, volatilidad, complejidad, ambigüedad e híper conectividad.

Sin duda alguna, la supervivencia de las organizaciones está en manos de las habilidades y competencias que posean los líderes, en todos los niveles. Habilidades y competencias para tomar decisiones sobre objetivos claves, acciones y recursos en busca de la efectividad en las tareas, como también en la satisfacción de los colaboradores.

Se necesitan líderes emprendedores y transformadores, porque:

  • Crean el ambiente y las condiciones necesarias que estimulen a sus equipos a lograr un mejor desempeño, rendimiento y ejecución.
  • Crean y se comprometen con la visión y los valores compartidos de la organización.
  • Promueven la importancia y el impacto que tienen el clima y la cultura en la organización.
  • Promueven y utilizan sistemas de comunicación asertiva y escucha efectiva.
  • Trabajan para alinear los objetivos estratégicos con la cultura organizacional.
  • Se lideran a sí mismos, lideran a sus equipos y lideran los sistemas y procesos organizacionales.
  • Posibilitan la evolución permanente de la organización y gestionan la creación de nuevos entornos.
  • Logran que las personas promuevan el aprendizaje, acepten y estén satisfechas de manera natural con el cambio.

Sabemos que la mejora en la capacidad de liderar impacta positivamente los resultados económicos financieros de la organización. Sin embargo, para cuantificar los resultados positivos no económicos financieros derivados de perfeccionar las habilidades de los líderes en la organización, hay que medirlos con indicadores claves relacionados. Por ejemplo, con la satisfacción de los colaboradores, la eficiencia de los procesos valorados en términos calidad, tiempos de entrega, tiempos de respuesta, porcentaje de errores, satisfacción de los clientes, reputación de la marca y de la organización, etc.

Aunque el liderazgo es algo que está disperso entre todos los segmentos de la sociedad, de manera horizontal y de manera vertical, uno de los desafíos más comunes que enfrentan los líderes, es encontrar la manera de conseguir que sus equipos estén más comprometidos con el trabajo, y le pongan más empeño a las cosas.

Como la globalización, la apertura económica y la competitividad son fenómenos a los que se enfrentan todas las organizaciones, los líderes están obligados a hacer más esfuerzos para alcanzar altos niveles de productividad y eficiencia. Los resultados finales que logran las empresas, en última instancia, dependen del desempeño de quienes trabajan en ellas, y le dan operatividad a las estrategias. A sí mismo, la efectividad de estos procesos depende de las competencias y habilidades de quienes son responsables de conducirlos, o sea los líderes formales de la organización.

De ahí que, si se promueven y desarrollan las mejores prácticas para liderar, en todos los niveles de la organización, se podrá incrementar la productividad y competitividad de las naciones.

Pensamiento:

“Existe una relación directa entre la efectividad de los líderes y los resultados de la organización, tanto en los beneficios como en lo referido a la retención de los colaboradores, a su compromiso con la empresa, la satisfacción del cliente, el clima laboral, la mejora de la productividad, la innovación y la atracción del talento.”