Por Gilbert Aubert

Es común encontrar en casi todas las organizaciones, que esperan demasiado tiempo para comenzar a desarrollar a sus líderes. Con este comportamiento no solo están pagando un alto precio con la deficiencia, sino que también se ven afectadas las carreras individuales de los mismos ejecutivos, al no poder desarrollar sus habilidades para liderar. Está claro que los líderes son el factor más importante para el éxito y el reto más grande que enfrentan hoy en día todas las empresas.

Investigaciones han concluido que la edad promedio de los participantes en Programas de Desarrollo de Líderes PDL es de 42 años. Esto quiere decir que los supervisores dentro de las empresas, que tengan una edad promedio de 32 años, deben de esperar hasta 10 años más, antes de poder participar en uno de estos programas.

Por eso el refrán popular que dice “la práctica hace al maestro”, cuando hablamos de liderar no es cierto, ya que, si no tenemos entrenamiento formal en habilidades para liderar, estaremos llenos de malos hábitos, de malas costumbres y presentando muchos descarriladores. Por ejemplo, veamos al joven ejecutivo que desde que inicia en su posición, se le van formando sus hábitos. Qué sucede si copió un mal modelo en su infancia y adolescencia, o si le toca un jefe tóxico al cual inconscientemente imitará, ya que el lastimado lastima, y el herido hiere. A esto podemos agregar, que las malas actitudes son contagiosas, y que tendrá mucha suerte el ejecutivo que consiguió un buen ejemplo de buenas prácticas y las siguió al pie de la letra. Pero esta no es la regla común, bien sabemos que las empresas están sobre-administradas y sub-lideradas, y los mentores son escasos.

Queda claro que las organizaciones requieren de un cambio de mentalidad en lo que respecta a los PDL, son obvias las ventajas que obtendrían ambos, las empresas y los ejecutivos, si iniciaran antes, a una edad más temprana, en lugar de esperar hasta una década para comenzar. Los supervisores, los mandos intermedios y los altos ejecutivos se beneficiarían notoriamente de los PDL formales.

Todos podemos identificarnos con las ventajas y los beneficios de aprender jóvenes los principios para liderar, por lo que no son solamente las organizaciones las que son responsables del aprendizaje, sino que también las escuelas y los colegios deberían de incluir el aprendizaje de estas habilidades en sus currículos. Sin embargo, sabemos que no es así.  También estoy consciente de que recientemente algunos programas de MBA, están incluyendo el desarrollo de habilidades para liderar en sus planes de estudio, pero incluso ni siquiera es a nivel general en todas las universidades.

Entonces, si queremos tener equipos de líderes siguiendo a líderes en todos los niveles de la organización, por qué no comenzar a encontrar a los interesados en ser líderes efectivos y ayudarlos a acelerar su progreso. Las organizaciones ni se imaginan de los beneficios que tendrían al mejorar las habilidades para liderar. Recodemos que, en estos tiempos de cambio, la gente no quiere que se les administre, sino quieren ser liderados. Liderar ya no es un deseable, es una obligación, es un requisito para el éxito organizacional.

Pensamiento:

“Usted puede ver lo que vale un hombre por la forma como trata a su esposa, por la forma como trata a un subordinado, y por la forma como trata a alguien que no puede hacer nada por él.”

-Ken Babcock

Nota: para ver nuestro Programa de Desarrollo de Líderes favor entrar en: https://tinyurl.com/ycfma8tn