Del Coaching Ejecutivo al Coaching de Equipos

Por Gilbert Aubert

Cuando inicié mi práctica como Coach Ejecutivo y de Líderes hace +20 años, todo giraba alrededor de brindar Coaching a individuos, en reuniones 1 a 1. Esto fue debido a que la segunda mitad del siglo XX se destacó por el desarrollo personal y la autoayuda, con la influencia de libros como “Los 7 hábitos de la genta altamente efectiva” de S. Covey en 1989, “Despertando al gigante interior de A. Robbins en 1992 y otros clásicos de la época.

Al revisar en mi bitácora los últimas 25 procesos de Coaching Ejecutivo que realicé, se muestra claramente la tendencia de que ya no se trata del Talento como centro del proceso, sino que casi siempre se involucra a terceros como jefes, colegas, clientes, o subalternos. Incluso las estrategias de “Coaching sombra y de entrevistas” son casi un requisito para poder desarrollar los procesos de Coaching individuales.

Además, en este siglo donde el cambio y las situaciones que enfrentamos cada 24 horas tienen las características de ser volátiles, inciertas, complejas y ambiguas, los problemas ya no pueden ser resueltos por un solo líder heroico. Hoy día el liderar es una acción más colectiva que obliga a formar equipos de personas para ejercer entre todos el liderazgo necesario, por lo que la definición de liderazgo, como afirman Pierce, J.L. & Dunham, R.B., incluye equipos, contextos, resultados y líderes, o sea que estamos hablando de equipos de líderes siguiendo a líderes.

Si se contabilizan los recursos limitados con que cuentan toda clase de organizaciones pequeñas o grandes, para llevar a cabo sus programas de Coaching Ejecutivo a cada uno de sus líderes de manera individual, estamos hablando de programas que deberán ser lo más efectivos posibles para lograr buenos retornos sobre la inversión ROI de hasta más del 500%. Así de bueno es el Coaching Ejecutivo para desarrollar las competencias y consolidar al Talento en su rol como líder. Por esto, el icónico CEO Jack Welch afirmaba que, “El Coaching Ejecutivo generalmente funciona, sin embargo, el valor depende de la calidad del Coach.”

También, con la necesidad que tienen las organizaciones de desarrollar equipos de trabajo como única alternativa para poder lidiar con los cambios y seguir siendo competitivas, rentables, y sostenibles, es que nace el Coaching Sistémico de Equipos. Estos procesos utilizados para desarrollar equipos con mayor cohesión y unidad, mejorando la comunicación, la confianza y el liderazgo, son rápidos, efectivos y con costos compartidos. De ahí que se están popularizando cada vez más dentro de las organizaciones.

El Coaching de Equipos está transformando la profesión del Coaching, y teniendo un impacto bien significativo por encima de cualquier otra forma de desarrollo de equipos. Ahora se encuentran cantidad de programas acreditados que incluyen marcos completos con las competencias necesarias para Certificarse como Coach de Equipos o Coach Sistémico de Equipos. Es por primera vez que una disciplina distinta dentro del campo del mismo Coaching está creciendo con tanta velocidad.

Para convertirse en un Coach Sistémico de Equipos y dominar este arte, es necesario estar dispuesto a invertir recursos en una reconocida institución de formación, bondadoso tiempo para tutorías y aprendizaje, muchas horas de práctica y acreditarse con una Certificación Internacional emitida por un tercero neutral. Hay que aclarar que Coaching de Equipos no son dinámicas grupales, ni Coaching Grupal, ni talleres Team Building, ni Aprendizaje Experiencial. Estas metodologías puntuales y docenas de otras más son parte de las herramientas que no deben de faltar en la caja de herramientas del Coach Sistémico de Equipos profesional.

Definitivamente desarrollar habilidades para liberar el propósito, el poder y el potencial de cualquier equipo es una satisfacción única que solamente se puede logar con el Coaching de Equipos.

 

Reflexión

“No hay problema que no podamos resolver juntos,

y muy pocos que podamos resolver por nosotros mismos”

                                                                       – Lyndon Johnson