El fracaso es el primer paso hacia el éxito

Por Gilbert Aubert

En nuestra cultura es frecuente observar, especialmente en el mundo de la empresa y por prejuicios sociales, que se consideren los fracasos como estigmas que marcan a las personas como si fueran fracasadas. Por esto es que muchos no se atreven a emprender nada en sus vidas, por miedo al fracaso.

Los empresarios y emprendedores saben que, para tener éxito en una iniciativa, con frecuencia ha sido necesario que se haya fracasado en intentos anteriores. Es frecuente que nos equivoquemos y se produzcan fracasos, pero deben ser precisamente estos fracasos los que actúen como motor de nuestro proceso de aprendizaje, crecimiento y constructor de nuestro carácter.

En cualquier tipo de emprendimiento, la incertidumbre siempre permanecerá, nunca se podrá garantizar el éxito de ninguna iniciativa empresarial. Por eso hay que aprender a vivir con cierto grado de tolerancia hacia la incertidumbre pues es la esencia misma de la actividad empresarial.

Recordemos que uno va tan lejos como pueda ver, y una vez que se llega ahí, entonces será capaz de ver más lejos. Esto quiere decir que el éxito es un problema de visión personal. El éxito es más de actitud que de aptitud. ¿Cuánto esfuerzo estoy dispuesto a hacer? ¿Cuántos obstáculos estoy dispuesto a pasar? ¿Cuál es el precio que estoy dispuesto a pagar? ¿Cuáles riesgos estoy dispuesto a enfrentar?

No se puede ser un empresario exitoso y al mismo tiempo estar confortable, sin correr riesgos, ni tomar decisiones. La persona exitosa está comprometida y dispuesta a correr riesgos, pues sabe que puede cambiar su situación actual, que tiene el control de su vida en sus manos, que puede lograr lo que pretenda, y sabe lo que quiere a corto, mediano y largo plazo. El éxito no vine hacia uno, normalmente hay que salir a buscarlo.

Por eso es que May V. Smith afirmó – “el único lugar donde el éxito está antes que trabajo es en el diccionario”. El éxito no es dinero, ni fama, ni cosas materiales, el éxito es hacer bien lo que nos gusta y sentirnos bien con nosotros mismos. Todo lo demás viene por añadidura. Esto lo confirma el pensamiento filosófico oriental que dice que primero hay que Ser, luego Hacer y de último llega el Tener… 

Reflexión