por Gilbert Aubert

Todos los días las organizaciones enfrentan desafíos sin precedentes, por lo que hay una imperiosa necesidad de aumentar la participación de los equipos y las personas, para que impulsen la innovación y al cambio, y así lograr aumentar la productividad y competitividad.

Esto se logra únicamente con un nuevo enfoque de liderazgo que hace de la capacidad de liderar una habilidad fundamental y estratégica necesaria en todas las organizaciones. No vamos a probar una teoría sobre liderar, tampoco si el liderazgo funciona o no funciona. Sabemos que después de la II Guerra Mundial se han desarrollado miles de estudios serios e investigaciones académicas sobre liderar. O sea, que está probado y reprobado que las empresas exitosas, de cualquier tamaño, tienen una importante cosa en común y es que todas ellas tienen grandes líderes.

El buen liderazgo está asociado a rentabilidad, productividad, competitividad buenas relaciones, buen ambiente laboral, excelencia en el servicio al cliente y sostenibilidad a lo largo del tiempo.

También se sabe que el buen liderazgo es contagioso, los buenos líderes son imitados, y lamentablemente los malos también…

El problema es que las organizaciones de hoy están sobre-administradas y sub-lideradas. Para muchos ser líder es un área misteriosa e incluso en algunas organizaciones pareciera que hay una expectativa de que, al llegar un ejecutivo a un cierto nivel, ya no son necesarias las oportunidades de desarrollo de habilidades para liderar, olvidando con esta actitud algo muy importante – que la manera como se lidera es con el ejemplo.

Los gerentes que creen que los procesos de desarrollo de habilidades para liderar no son para ellos, no tienen la más mínima idea de que de cada cinco líderes, cuatro tienen serios puntos ciegos sobre sus habilidades o los comúnmente llamados descarriladores de los líderes, mientras que dos de cada cinco tienen fortalezas ocultas que no conocen. Por eso el desarrollo de habilidades para liderar es negocio de todos.

Liderar es un arte de acción y se desarrolla a través de la práctica, y no sólo la comprensión conceptual. Querer ser líder no se aprende en un seminario con filminas PowerPoint, eso es como pretender tomar agua en una manguera de bombero, puedes tomar un poco, pero la mayoría se desperdicia. Para aprender a ser líder y que le reconozcan, se toma toda una vida, es un proceso de nunca acabar que requiere de práctica diaria.

Para triunfar todo gerente está obligado a convertirse en el líder que está destinado a ser, y para ello debe seguir la siguiente hoja de ruta:

  1. Fluir: Desarrollar sus capacidades de auto liderarse,
  2. InFluir: Construir personas, desarrollar y liderar equipos efectivos,
  3. ConFluir: Agregar valor a las organizaciones, liderar procesos, sistemas y proyectos

Desarrollar las habilidades para liderar ya no es un requisito para escalar la escalera jerárquica, es una obligación y factor estratégico para alcanzar el éxito organizacional.

Pensamiento:

“Supongo que liderar significó una vez tener músculos, pero hoy significa llevarse bien con la gente.”

-Mahatma Gandhi.