El comportamiento político se presenta en una organización, cuando algunos de sus miembros desarrollan actos intencionados que no forman parte de su rol, para tratar de influir en la distribución de ciertos beneficios, o para mejorar o proteger los intereses personales de individuos o grupos. La conducta política se manifiesta con actividades que no son necesarias para la función normal de la organización, pero las practican porque logran influenciar políticamente la empresa de acuerdo con sus intenciones personales.

En estas compañías la política y la intriga viven en los pasillos y aquellos que las promuevan y practican no entienden como es qué estas prácticas están minando la capacidad de la organización, para poder brindar servicio al cliente y responder a las tendencias del mercado.

Es lógico que el gerente-líder se esfuerce por influir en las metas, en los criterios o en la toma de decisiones, para lograr los objetivos organizacionales y cumplir con las metas. En cualquier empresa competitiva, rentable, sostenible y bien liderada, la resolución de problemas debe ser apolítica y requiere que los problemas se entiendan, analicen e identifiquen de manera objetiva y profesional. El gerente-líder sabe trabajar la parte política de la organización.

Lo que no se debe de permitir en ningún momento, es que los gerentes promuevan que la mayoría de las decisiones se tomen en ambientes ambiguos, donde los hechos son subjetivos, poco claros y amarrados a intereses particulares cargados de política.

En las organizaciones ahogadas políticamente se echa mano a cualquier influencia que tengan a su alcance para manipular los hechos, y se presentan estos comportamientos políticos:

  • Pasarle por encima a los acuerdos
  • No respetar la línea jerárquica
  • Retener información a propósito
  • Buscar y delatar culpables
  • Filtrar información y esparcir rumores
  • Intercambiar favores
  • Formar grupos de aliados para conseguir apoyo
  • Obstruir las políticas organizacionales

Claro está que cuando estos comportamientos políticos están presentes en la organización, son percibidos por los no favorecidos como pésimo clima laboral, menor satisfacción, más ansiedad y frustración, mayor rotación, poca productividad y bajo desempeño en general. Y cuando estas señales de alarma ponen de manifiesto la incompetencia de estos gerentes y directores, ellos incrementan hábilmente la manipulación política y acomodan sus intereses, incluso si son perjudiciales para los intereses organizacionales. El objetivo de tales comportamientos políticos es mantener el poder y el statu quo.

Esta es la razón por la que las organizaciones de hoy deben desarrollar a sus gerentes y directores con habilidades para liderar, para que puedan ejercer como líderes capaces de orientar e influenciar los esfuerzos del equipo hacia el logro de los objetivos y metas de la organización, sin utilizar comportamientos políticos, que lo único que harán es no hacer sostenibles los resultados y visibilizar la falta de liderazgo organizacional.

Pensamiento:

“El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene; y de explicar después por qué fue que no ocurrió lo que el predijo.”

-Winston Churchill